DAVID DEL OLMO
LIBRETA DE BÁSQUET
Una vez que el Alimentos de Palencia perdió el pasado viernes ante el Clínicas Rincón Axarquía (59-69)
el equipo palentino pasó a ocupar, por primera vez en la temporada, una de las tres plazas de descenso. Quedan 12 jornadas y eso no significa nada, pero añade un poco más de presión a un conjunto de por sí nervioso y ansioso. El mismo Natxo Lezkano hablaba en la rueda de prensa posterior al choque de miedo. Pues el miedo sobra. La afición de Palencia se merece un conjunto valiente, entre otras cosas porque con miedo lo único que se conseguirá será el descenso. No será fácil, pero de nada sirven las lamentaciones. Sólo vale el trabajo.Trabajo y, por supuesto, ni una concesión al rival. Durante los 40 minutos del juego cada tiro libre que se falla, cada despiste en la defensa, cada duda a la hora de lanzar o cada tiro desde debajo de la canasta que no se anota es una ventaja para el rival. Lo mismo que cada protesta a los colegiados es un punto en contra de los intereses del Alimentos de Palencia. Porque todo eso acaba pasando factura. En el último encuentro, los palentinos nadaban contra la corriente de un marcador adverso y de una actuación arbitral deplorable (curiosamente en las jugadas en las que se erigía en protagonista uno de los dos árbitros, uno de los dos que representará al arbitraje español en la gran cita de las Paralimpiadas de este verano, el señor Uruñuela) y Javi Pérez (no Santana, como injustamente le atribuyó el que aquí escribe) hizo una tontería (palabras de su entrenador, al que no le faltaba nada de razón) y provocó que le pitaran una técnica. Tanto esfuerzo en remontar y todo al garete. Minutos antes estuvo tentado de pitársela a Forcada, pero éste se mordió la lengua y no protestó una falta que no era. Por ejemplo, a Paulao (que viajó en avión desde Málaga en el mismo día del encuentro) se la perdonó y al técnico visitante le permitió vivir el choque dentro del rectángulo de juego. Pero cuando pase eso, mejor no des la oportunidad al que pita de darte la puntilla. Y, por cierto, cada vez que Palencia se enfrenta a un pívot del estilo de Paulao (un 2,10 o similares), parece que hay un poco de miedo (el otro día duró hasta el descanso). Son grandes, pero están en la misma categoría.
LIBRETA DE BÁSQUET
Una vez que el Alimentos de Palencia perdió el pasado viernes ante el Clínicas Rincón Axarquía (59-69)
el equipo palentino pasó a ocupar, por primera vez en la temporada, una de las tres plazas de descenso. Quedan 12 jornadas y eso no significa nada, pero añade un poco más de presión a un conjunto de por sí nervioso y ansioso. El mismo Natxo Lezkano hablaba en la rueda de prensa posterior al choque de miedo. Pues el miedo sobra. La afición de Palencia se merece un conjunto valiente, entre otras cosas porque con miedo lo único que se conseguirá será el descenso. No será fácil, pero de nada sirven las lamentaciones. Sólo vale el trabajo.Trabajo y, por supuesto, ni una concesión al rival. Durante los 40 minutos del juego cada tiro libre que se falla, cada despiste en la defensa, cada duda a la hora de lanzar o cada tiro desde debajo de la canasta que no se anota es una ventaja para el rival. Lo mismo que cada protesta a los colegiados es un punto en contra de los intereses del Alimentos de Palencia. Porque todo eso acaba pasando factura. En el último encuentro, los palentinos nadaban contra la corriente de un marcador adverso y de una actuación arbitral deplorable (curiosamente en las jugadas en las que se erigía en protagonista uno de los dos árbitros, uno de los dos que representará al arbitraje español en la gran cita de las Paralimpiadas de este verano, el señor Uruñuela) y Javi Pérez (no Santana, como injustamente le atribuyó el que aquí escribe) hizo una tontería (palabras de su entrenador, al que no le faltaba nada de razón) y provocó que le pitaran una técnica. Tanto esfuerzo en remontar y todo al garete. Minutos antes estuvo tentado de pitársela a Forcada, pero éste se mordió la lengua y no protestó una falta que no era. Por ejemplo, a Paulao (que viajó en avión desde Málaga en el mismo día del encuentro) se la perdonó y al técnico visitante le permitió vivir el choque dentro del rectángulo de juego. Pero cuando pase eso, mejor no des la oportunidad al que pita de darte la puntilla. Y, por cierto, cada vez que Palencia se enfrenta a un pívot del estilo de Paulao (un 2,10 o similares), parece que hay un poco de miedo (el otro día duró hasta el descanso). Son grandes, pero están en la misma categoría.David del Olmo -Diario Palentino
1 comentario:
Soy de Plasencia, he estado viendoos hoy. No creo que tengais razón para preocuparos, desde luego hoy en Plasencia, habeis merecido ganar. Hemos tenido mucha mucha suerte en el último segundo.
SUERTE PARA LO QUE OS QUEDA!!! Y ÁNIMO!!!
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